
*This article was also written in English and can be found here: Water to Flow in Colorado River Delta Again.
El agua fluye nuevamente por el rÃo Colorado a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. El canal que ha estado seco desde hace mucho tiempo - los últimos 160 kilómetros del rÃo Colorado antes de desembocar en el Golfo de California - no ha visto tanta agua desde el "flujo pulso" del 2014.
Sin embargo, se trata de agua salobre. Durante unos meses la veremos fluir en el Colorado aguas abajo de la Presa Morelos, recordándonos el rÃo que una vez fluyó ahÃ. El agua proviene de drenaje agrÃcola que se origina en las parcelas agrÃcolas del suroeste de Arizona que utilizan el rÃo Colorado para irrigación en el desierto. Debido a que estas parcelas se asientan sobre agua subterránea salobre, su drenaje es demasiado salino para regresar al rÃo Colorado. El agua de drenaje usualmente se conduce por un canal revestido de concreto que la lleva por un camino paralelo al rÃo Colorado, a través de la frontera hacia Sonora, México. Ahà desemboca en la Ciénega de Santa Clara, el último gran humedal del delta del rÃo Colorado.
Pero el canal, de casi 50 años de antigüedad, necesita reparaciones urgentes. Asà que la Oficina de Reclamación de los Estados Unidos (US Bureau of Reclamation) lo ha cerrado temporalmente, y al no tener otro lugar donde verter el agua salobre (que no se puede usar para la agricultura, ni siquiera para nadar), la están desviando de nuevo al rÃo Colorado, aguas abajo de la derivación de México en la Presa Morelos, donde no se mezcla con el suministro de agua que abastece a los usuarios en México.
Las reparaciones al canal prolongarán su vida, lo cual es bueno, porque la Ciénega y las aves que lo habitan dependen de esta agua. Cuando fue construido por primera vez, el final del canal eran planicies lodosas secas, tierra que alguna vez fue la extensión oriental del rico ecosistema del delta del rÃo Colorado, de casi ochocientas mil hectáreas. Cuando el delta del rÃo Colorado se secó, todo el ecosistema se deterioró. El canal no fue diseñado para resucitar los humedales del delta pero, inadvertidamente, lo hizo.
Hoy la Ciénega de Santa Clara es una gran marisma verde con lagunas, en contraste extraordinario con el Desierto Sonorense que la rodea. En ella habitan cientos de miles de aves, incluida la mayor población remanente en el mundo del Palmoteador de Yuma (Rallus obsoletus yumanensis), una especie en peligro de extinción. En una visita se pueden ver grandes parvadas de Ibis Cara-blanca en vuelo, escuadrones de pelÃcanos, y centenares de patos y cormoranes. Es un oasis espectacular, 16,200 hectáreas protegidas en México como Reserva de la Biósfera.
Las reparaciones programadas significan que el canal debe permanecer seco de 3 a 4 meses. A corto plazo, la Ciénega de Santa Clara se verá privada de ese suministro de agua. Las aves acuáticas migratorias no están presentes en el otoño, aunque especies residentes y parcialmente residentes como el Palmoteador de Yuma se verán afectadas. Afortunadamente, la interrupción de los flujos será relativamente pasajera, y Estados Unidos ha financiado un equipo binacional que incluye cientÃficos de Ô¼ÅÚÊÓÆµ para documentar los impactos y la recuperación. El esfuerzo de monitoreo ha sido coordinado con la Comisión Internacional de LÃmites y Aguas, e incluye a cientÃficos tanto de los Estados Unidos como de México.
Sin embargo, se avecina una amenaza más grave para la Ciénega de Santa Clara. Si la Planta Desalinizadora de Yuma entra en operación, ésta podrÃa desviar el flujo del canal de manera más permanente. La Oficina de Reclamación podrÃa hacer eso para incrementar las reservas de agua en las presas del rÃo Colorado. Como consecuencia del plan de contingencia de la sequÃa del rÃo Colorado de 2019, esa es una posibilidad real, ya que compromete a la Oficina de Reclamación a buscar alternativas para conseguir cerca de 123 millones de metros cúbicos de agua anualmente. Encontrar agua "nueva" es una tarea difÃcil para una agencia que no tiene una adjudicación del rÃo Colorado. La planta desalinizadora agotarÃa el agua del canal, sustituyéndola por residuos de salmuera muy salados. Eso serÃa un doble golpe para la Ciénega de Santa Clara, reduciendo severamente tanto la cantidad como la calidad del agua que la sustenta. Los humedales y las aves que lo habitan quedarÃan devastados. Dado que Estados Unidos y México aún no tienen un tratado para proteger el suministro de agua de la Ciénega de Santa Clara, la amenaza es real.
Afortunadamente, la Oficina de Reclamación tiene alternativas. La agencia ya está implementando mejoras en la infraestructura y otros programas que pueden ayudar, y aún hay muchas cosas por hacer. La rehabilitación de bombas defectuosas, mejoras en la operación de la infraestructura e incentivos a los usuarios para conservar el agua podrÃan crear la misma cantidad de agua "nueva", y a un costo mucho menor.
Mientras tanto, el agua fluye en el delta del rÃo Colorado. Aunque el agua de drenaje no es segura para el contacto humano (tanto los Estados Unidos como México han publicado advertencias), y es demasiado salada para ayudar a los pocos árboles nativos que crecen en las orillas del rÃo, es un importante recordatorio de que este rÃo necesita agua.
En el 2014, Estados Unidos y México, de conformidad con un acuerdo binacional (Acta 319), crearon un "flujo pulso" en el delta del rÃo Colorado para simular, a pequeña escala, la inundación de primavera que solÃa ocurrir cada año. El flujo pulso se celebró cerca y lejos, como un gesto sin precedentes de los gobiernos, de que la naturaleza y las comunidades locales son dignas beneficiarias de un rÃo que fluye. Fue una inyección de agua revitalizadora que -al menos temporalmente- creó el hábitat para cientos de especies de aves, y el retorno del rÃo al mar.
En un acuerdo sucesor firmado en el 2017 (Acta 323), Estados Unidos y México se comprometieron nuevamente a enviar un volumen modesto, pero ecológicamente significativo, de agua del rÃo Colorado hacia el delta para el medio ambiente. Si bien ya está en marcha una planeación conjunta, el agua aún no ha sido suministrada y es necesario que esto ocurra pronto.
La reparación del canal nos recuerda lo que está en juego, incluido el ecosistema del delta que todavÃa tiene necesidad de agua, comunidades que lamentan la pérdida de su rÃo y un gran oasis de humedales sostenido por un suministro de agua incierto. ¿Pueden Estados Unidos y México comprometerse a suministrar agua a estos últimos remanentes de naturaleza en el delta del RÃo Colorado?